un eterno estudiante con una visión que quedó para la posteridad
Horst ya era un estilista internacional en su adolescencia, y acabó en Mineápolis por accidente. Literalmente. Durante una competición de peluquería en 1963, Horst tuvo un golpe con un conductor que iba borracho. Decidió asentarse en Mineápolis como peluquero europeo. Abrió su propio centro de belleza, Horst & Friends, y luego algunos más. En la veintena, ya era un emprendedor de éxito. A finales de los años sesenta, Horst acabó quemado por la sobrecarga de trabajo y se recuperó gracias a remedios herbales preparados por su madre y a la práctica de yoga y meditación. Tras un retiro en la India en 1970, Horst integró el ayurveda en su estilo de vida y en su modelo de negocio de centros de belleza. Adoptó un pensamiento holístico, la creencia de que la belleza individual está directamente relacionada con la belleza del mundo que nos rodea. Sus ideas revolucionarían la industria de la belleza. «Somos la tierra», expresó. «Somos suelo. Somos agua. Somos todo. Puedes pasarte a un modo de vida orgánico si puedes. Convertirte en agricultor. Cultivar en tu propia casa. Cultivar menta y hacerte tu propio té. Celebrar la vida».
los rituales de Aveda hunden sus raíces en el ancestral arte del ayurveda
En la India, también se inspiró para crear Aveda. Horst aprendió a apreciar mucho más el poder del bienestar para promover el equilibro de la mente, el cuerpo y el espíritu, el requisito previo para conseguir las metas de belleza del cliente. Conoció a Shiv Nath Tandon en el ashram Sadhana Mandir en Rishikesh (India). Con él desarrolló su primer champú de clavo en el fregadero de una cocina en Mineápolis, junto con los doctores de ayurveda Vinod y Kusum Upadhyay. Todos siguieron trabajando con Aveda hasta principios de los años 70.
Tras esta colaboración bien aprovechada, Aveda nació en 1978 con la visión de ofrecer a los profesionales de la belleza productos botánicos que pudieran ser buenos para ellos, sus clientes, así como para la Tierra y sus comunidades. La visión de Horst es un testamento de cómo fue un adelantado a su tiempo y, aunque ya no esté entre nosotros, su legado perdura de innumerables formas: desde el ritual distintivo del masaje de cuello y hombros que ha dado la fama a los centros de belleza de Aveda, hasta un modo de emprender respetuoso con el medio ambiente que rinde homenaje a las empresas con consciencia. Y lo más importante: Horst nos enseñó que: «Cada día es una nueva oportunidad para crear efectos positivos. Incluso las decisiones más sencillas e insignificantes que tomamos en nuestro día a día (lo que comemos, lo que llevamos puesto, lo que usamos en nuestros cuerpos y hogares) tienen un efecto mariposa que va mucho más allá de nuestra persona».
una vida de extraordinario liderazgo
1978 — Horst funda Aveda con la misión de crear belleza holística a través del bienestar; Aveda es “conocimiento del todo”
1982 — El primer Instituto Aveda abre sus puertas en Minneapolis; Los Institutos Aveda son escuelas para aspirantes a profesionales en la industria de la belleza
1987 — Horst publica "Rejuvenecimiento: Una guía de bienestar para mujeres y hombres”
1989 — Horst respalda los principios de sustentabilidad ambiental de Valdez/Ceres, lo que convierte a Aveda en la primera empresa en firmar
1997 — Aveda es adquirida por The Estée Lauder Companies y crece hasta convertirse en una historia de éxito global con presencia en más de 40 países y 9.000 salones y spas
1999 — Horst publica “Los rituales de Aveda: Una guía diaria para la salud y la belleza naturales”
2004 — La industria de la belleza otorga a Horst un premio a la trayectoria
2005 y 1995 — La revista Vanity Fair nombra a Horst como uno de los ecologistas más influyentes de EE. UU
2007— Horst recibe el premio Rachel Carson por su compromiso de por vida con la ética y la integridad medioambiental
2013 — La International Spa Association (ISPA) honra a Horst con el Premio al líder visionario de ISPA
2007—la Asociación profesional de spa y salón honra a Horst como innovador y leyenda de la industria por su contribución de por vida a la industria de la cosmetología
2009 — el presidente de Austria otorga a Horst la “Condecoración de Honor en Servicios de Oro a la República de Austria”, un premio otorgado a líderes empresariales austriacos ejemplares